domingo, 9 de octubre de 2016

Alternativas de crianza para el Pavo domestico

El pequeño productor o emprendedor tiene una interesante posibilidad en una nueva modalidad en la cría de aves, basada en nuevas genéticas desarrolladas por organismos privados o nacionales tales como el INTA y en técnicas de manejo y alimentación distintas a las tradicionales. Una alternativa artesanal que requiere poco capital y un alto grado de asociativismo. Se trata del pollo y el huevo campero argentino, con una demanda clara en la sociedad actual, que comienza a preocuparse por el sabor y la calidad natural de los alimentos que consume y por otro hecho que cobra cada vez más vigencia en el mundo: la forma de criar aves en estrecho confinamiento, que para ciertos sectores de la población entrañan actos de crueldad. Es bien notorio que el empleo de jaulas en la cría de gallinas para producción de huevos, ha sido motivo de grandes polémicas en Dinamarca, Inglaterra, Suecia y suiza para citar países donde se ha legislado al respecto. En Inglaterra un tercio de los huevos vendidos en grandes supermercados provienen de granjas con gallinas en libertad "free range eggs", con gran promoción y a precios que duplican el de los huevos comunes.
En Francia, la producción de pollos camperos, más conocidos como "label rouge", se inicio hacia 1970. Hoy representa el 30% de la producción total de carne de pollo, a pesar que su costo a nivel consumidor es casi el doble del pollo industrial.
La producción campera de carne aviar con gusto a pollo, el huevo de yema anaranjada, alimentado con cereales y oleaginosas de muy baja a nula contaminación, sin el empleo de antibióticos como de promotores de crecimiento, podría ser un punto de partida para producir alimentos que un sector creciente de la sociedad demanda.
Por qué no empezar ahora, a imaginarnos esta posibilidad.

Aspectos técnicos
Existen distintas etapas de selección. En las hembras se reserva alrededor del 90% del lote, y se descartan a la decimosexta semana aquellas que presentan malformaciones en la quilla, poco desarrollo de los pectorales y malos aplomos (postura). En cambio en los machos se hace mayor presión de selección, se eliminan los de más peso, los que tienen malos aplomos y aquellos con dificultades para caminar. A la semana número treinta se efectúa una segunda selección en función de la producción y calidad de semen.

Corte de pico
Puede efectuarse entre los siete y diez días de edad, teniendo en cuenta que hay que hacerlo antes de quitar los cercos protectores. El suministro de vitaminas, electrolitos y antibioticos un día antes y dos después del corte de pico puede ser beneficioso y su necesidad dependerá de las condiciones en que se encuentren los animales.

Espacio
Las hembras adultas deben alojarse en corrales con capacidad para cien o doscientas madres, a razón de dos por metro cuadrado de piso. Por su gran tamaño, los machos necesitan por lo menos el doble de espacio, y debe mantenérselos como máximo en corrales de hasta 18 aves. Pueden alojarse en el mismo galpón que las hembras, pero separados por un tabique o cortina de plástico de color negro; esto impide las filtraciones de luz artificial entre ambos sectores y hace que los machos se mantengan tranquilos al no poder visualizar a las hembras.

Iluminación
Durante el ciclo reproductivo debe tenerse en cuenta que tanto los machos como las hembras tienen que permanecer bajo fotoperíodo diario, constante o en aumento, pero nunca en disminución. En los machos, a partir de la semana número veintitrés, se debe evitar que disminuya el período de luz y es necesario que la intensidad solar sea atenuada usando persianas en los laterales del galpón, de manera que no entren en muda antes de finalizar el período reproductivo. Por otra parte,-con el fin de inducir la producción de esperma, el estímulo de luz debe iniciarse tres semanas antes que el de las hembras.

Huevos
Es necesario combatir la puesta de huevos en el piso para reducir la incidencia de la cloquera y disminuir el número de huevos sucios o quebrados, que no se podrán incubar. Al iniciar la puesta y hasta que las hembras se acostumbren a entrar en los nidos, se deberá recorrer el corral para retirar de los rincones a las pavas y obligarlas a introducirse en los nidos. 
La recolección de huevos hay que hacerla, como mínimo, cuatro veces al día. Los huevos sucios se deben limpiar en seco con papel de lija y todos aquellos que presentan anormalidades o pesan menos de 70 gramos, tienen que ser descartados. Es aconsejable agregar abundante paja o viruta en el fondo de los nidos con el objeto de que éstos sean bien mullidos y atractivos para las hembras, lo que contribuye a disminuir la postura en el piso.

Los huevos deben incubarse lo antes posible y durante el período de almacenamiento (que no excederá de los diez días) tienen que mantenerse a una temperatura de entre 15 y 18 grados centígrados, con una humedad relativa superior al 70 por ciento. 

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